Continuamos con la sección "CINE QUE SEGURO NO HAS VISTO".
Para cinéfilos viajeros, ratas y ratones de filmoteca, empedernidos cineclubistas y raritos en general, a buen seguro que el título de esta nueva sección les resultará exagerado.
Aún podemos encontrar películas que por diversos motivos se encuentran en ese cajón triste del olvido y que seguro alguien no ha visto
UN ETTARO DI CIELO
Aglauco Casadio nació en Faenza (Ravenna) en 1917. Fue primero poeta, crítico de arte y escritor. Con algunos cortometrajes en su haber dirigió esta película en 1957. El guión lo escribió junto a Tonino Guerra, Elio Petri y Ennio Flaiano. Fue un pretendido experimento original, a mitad de camino entre surrealismo y neorrealismo (siendo una pretendida propuesta diferente al cine imperante de Zavattinni y compañía).
No obtuvo el éxito esperado en taquilla y eso que contó con un reparto de destacadas estrellas del cine italiano, la fotografía de Gianni Di Venanzo y la música de Nino Rota.
Una hectárea de cielo es una bella fábula sobre la imperiosa necesidad de los seres humanos de soñar y poder sobrevolar una realidad triste y deprimente. El mágico-realismo poblado por un grupo de personajes habitantes de los pantanos del rio Po, tratados con entrañable cariño; un charlatán, Severino Balestra (Marcello Mastroianni) capaz de vender trozos de cielo, ancianos menesterosos, feriantes, verdadera colección de freaks y... Marina (Rosanna Schiaffino) una camarera de la trattoria del pueblo, intentando escapar de una gris existencia, buscando horizontes, menuda paradoja viendo el paisaje, intentando comprar-vender trozos de cielo.
Realismo poético vitalista, melancólico y agrio, que con la música de Rota nos lleva inevitable al recuerdo del Fellini de la primera época, aquello que se etiquetó como neorrealismo fantástico (¿?).
El maestro José María Latorre en el número 308 (enero 2002) de Dirigido por dejó escrito en la página 82:
"No se trata de un retablo costumbrista, aunque también hay algo de eso entre lineas o, si se prefiere entre planos: en el esplendido film de Casadio existe un aliento poético de irresistible fuerza que surge armoniosamente en medio de una escena, no para transcender la noción del realismo sino para tratar de acceder a sus componentes mágicos y extraños, hasta surreales , lo cual es mejor y más interesante "(...)
Les "vendemos" un trozo de cielo, miren allá arriba, el limitado por las estelas de esos dos reactores que acaban de mancharlo; Un ettaro di cielo
